Parchuda


Ni yo me entiendo. Esta mañana no solo estaba enferma, estaba totalmente desmoralizada, como dice Sábato, perdí la fe reiteradamente, no solo en mi trabajo, sino en todo... Mi genio no era el mejor, aguantarme 45 minutos de llanto compulsivo por parte de un niño cuyos padres no se tomaron la molestia de educar (iba en el bus que me trae al trabajo) y a quien casi me levanto a callar de una palmada, tuve que contenerme, menos mal alcancé un estado Zen escuchando oren Lavie y ahorita, luego del almuerzo, me siento viviendo en una nube, me gusta mi trabajo, tengo ganas de trabajar, el mundo es un lugar medianamente bonito y paradójicamente mi salud está mejor con respecto a la mañana y creo que podría aguantar al peladito chillón a mi lado, sin protestar. No sé si sería hambre, la enfermedad o simplemente parchudez lo que hace que pase de un estado de desdén y fastidio total hacia el mundo y luego quiera hacer muchas cosas buenas y hasta disfrute estar en él. Ni yo me entiendo...

(ni que El Gato me hubiera hecho Reiki, aunque no vendría mal jijiji)

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